Era integrante del Comité de Implementación de la Sentencia de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH) en la comunidad de Triunfo de la Cruz, Tela, donde defendía los derechos territoriales del pueblo garífuna. Su labor se centraba en el seguimiento del cumplimiento del fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre restitución y saneamiento de tierras comunales, y en la vigilancia del territorio colectivo “Secundino Torres” ante amenazas constantes de ocupación y violencia. El domingo 28 de mayo de 2023 su cuerpo fue encontrado sin vida en el río Gama, en inmediaciones del territorio recuperado que defiende su comunidad. Las organizaciones defensoras de derechos humanos denunciaron que existían amenazas previas contra él y que el Estado hondureño no había investigado de manera adecuada los ataques hacia la comunidad garífuna. Al cierre de 2025, el caso sigue sin avances sustanciales en materia de investigación, señalando un patrón de impunidad en asesinatos vinculados al conflicto territorial garífuna.
