Se desempeñaba como presidente de la Cooperativa Campesina, en la comunidad de Marañones, municipio de Trujillo, departamento de Colón, Honduras. Su papel lo ubicaba como dirigente en una zona marcada por tensiones agrarias y desafíos para la defensa del territorio campesino.
Fue asesinado el viernes 27 de mayo de 2022. Según informes, individuos armados arribaron a su vivienda y lo ultimaron a tiros. El móvil del crimen es preliminar y públicamente no totalmente esclarecido. Los informes lo ubican en un contexto de violencia contra dirigentes campesinos en el Bajo Aguan, una región con historial de conflicto agrario.



