Noel Isaac Del Cid tenía 32 años y era administrador del Asentamiento Campesino La Confianza, perteneciente al Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), una organización que lucha por el acceso a la tierra en el Bajo Aguán, Honduras. Su trabajo estaba ligado a la defensa del territorio y a la organización comunitaria para enfrentar la concentración de tierras en manos de grandes terratenientes.
El 5 de enero, un hombre desconocido le disparó varias veces, arrebatándole la vida. Su asesinato ocurre en un contexto marcado por violencia contra líderes campesinos del MUCA: en ese mismo asentamiento, en 2016, fueron asesinados el presidente del movimiento, José Ángel Flores, y Silmer Dionisio George, quienes incluso contaban con medidas de protección otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Organizaciones campesinas alertan que el crimen de Noel Isaac podría marcar el resurgimiento de amenazas y ataques contra defensores del territorio en el Bajo Aguán, una zona donde desde 2009 se registran más de 100 asesinatos vinculados al conflicto por la tierra. Dirigentes denuncian que estructuras armadas continúan operando en la región y que la impunidad sigue siendo la norma.



